NEGROS Y BLANCOS
El Carnaval de Negros y Blancos, declarado en el 2002 Patrimonio Cultural de la Nación, se celebra cada año en Pasto, una ciudad andina situada en el suroccidente de Colombia, la primera semana de enero, atrayendo a un gran número de turistas provenientes de todos los rincones del país y del extranjero.
La ciudad de Pasto se ha conocido históricamente como el punto de encuentro y cruce de caminos de diferentes pueblos y colonias.
Considerado como la manifestación cultural más significativa, el Carnaval de Negros y Blancos se convierte en una experiencia cultural inolvidable.
Es por esta razón, que las celebraciones del Carnaval constituyen una muestra cultural autóctona que expresa una fusión perfecta de todas las influencias culturales que se encontraban a lo largo de los siglos en esta región: rituales indígenas, expresiones culturales de los españoles y de la cultura africana.
Historia del Carnaval
Los orígenes del Carnaval se remontan a los tiempos antiguos y celebraciones de las culturas indígenas agrarias de los Pastos y Quillacingas a su dios de la luna, al cual pedían amparo en los cultivos.
Con el transcurso del tiempo, a estas expresiones culturales campesinas, se sumaron algunos elementos de festividades españolas y más tarde, las africanas, dando comienzo a lo que hoy en día es el Carnaval de Negros y Blancos en Pasto.
Poco a poco, al Carnaval se le fueron agregando otros elementos: el cosmético, el talco, la música y las carrozas con gigantescas esculturas construidas por los artesanos que cumplen un papel muy importante en estas celebraciones:
Estamos envueltos en el arte, en el color, en el papel y todo lo que en sí encierra el arte. Volver al carnaval o estar en el carnaval es una vivencia. […] Seguimos siendo niños y como niños seguimos jugando en el carnaval. /Luces y Sombras del Carnaval, Germán Zarama, en el artículo Los artesanos de Carlos Riascos Erazo/
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